🎃¡¡Primer Halloween (consciente) de Nora!!🎃

Realmente no es su primer día de Halloween, sino el segundo, pero el año pasado era una bebé que no se enteró de nada. Este año, con 18 meses, tampoco entiende que está pasando, pero si que lo está disfrutando, ¡¡y yo con ella!!

Todavía es muy pequeña, y el tema manualidades es complicado, pero había que aprovechar la ocasión y hacer juntas la decoración de la puerta para esta noche. Estuve buscando ideas sencillas y me pareció que hacer un fantasma era lo más fácil, la única pega era el pegamento, si quería que Nora participara no podía ser usando cola blanca, pero resulta que buscando por internet encontré un montón de recetas para hacer pegamento natural (y comestible...). 

Os dejo a continuación los materiales, la receta del pegamento y el paso a paso. Es un proyecto sencillísimo de hacer con los más peques de la casa, pero muy vistoso:

Lo primero, la receta del pegamento, podéis seguir esta o cualquier otra que os guste, y por supuesto, utilizar cola blanca sin más: Colocar en una olla una taza de harina y 1/3 de taza de azúcar con un poco de agua. Se cocina a fuego medio hasta formar una mezcla espesa, agregamos entonces el vinagre, dejamos enfriar y lo pasamos a un envase de vidrio. Podemos guardarlo en la nevera durante dos semanas aproximadamente.

Yo tenía mis dudas de si funcionaría, pero vaya si funciona, pega estupendamente.

Para hacer el fantasma, dibujamos el contorno sobre la cartulina blanca. Cuanto más grande sea la cartulina, más grande quedará nuestra fantasma. Y sobre la cartulina negra dibujamos los detalles que queramos agregar. Nosotras hicimos los ojos y la boca.

Una vez tenemos ya listo nuestro fantasma solo tenemos que ponerlo donde más nos guste. Nosotras lo hemos usado para decorar la puesta de casa, pegándolo con un poco de masilla removible (blue tack). Con el resto de la cartulina negra recorté unas letras y unos murciélagos para acompañar a nuestro amigo.