No sé vosotros, pero yo soy de las que se va de viaje y vuelve con extra de equipaje por culpa de todas las cosas que voy que recogiendo de allí y de allá como recuerdo, ¡soy capaz de traerme de todo! Y desde mi viaje de novios, donde descubrí esas arenas blanquísimas de los arrecifes de coral, pues me traigo siempre que puedo (y el destino lo permite...) una botella de agua llena de arena.

Luego llego a casa, y entre deshacer maletas, poner lavadoras y la depresión post-viaje, todos los recuerdos que he traído conmigo acaban en un rincón, junto a los de anteriores viajes. Pero este año me he propuesto poner punto y final y ordenarlos TODOS. He empezado por la arena, que era lo más sencillito, y el resultado me ha encantado.
Os dejo con el proceso (más fácil imposible) y con algunas fotos para que os animéis a hacerlo también vosotros. 

Los materiales son muy sencillos y fáciles de encontrar: botellas o envases que os gusten, yo he utilizado unas botellitas de vidrio con tapón de corcho, cartulina, troqueladora con forma de etiqueta, cuerda, y por supuesto, la arena que hayáis ido recogiendo.

Ahora simplemente tenéis que escribir e imprimir el nombre de los diferentes destinos en la cartulina y con la ayuda de la troqueladora recortar cada uno de ellos. Podéis igualmente utilizar una máquina de corte como Silhouette , o hacerlo en papel adhesivo y fabricaros unas pegatinas, o si no tenéis nada de lo anterior, a mano y con unas tijeras os quedará igual de bien.

Yo de momento tengo 6, todos destinos especiales y con un significado único para nosotros, desde la arena de la playa de nuestra luna de miel, hasta la arena de nuestro último viaje donde supimos que estábamos embarazados. Ahora estoy deseando convertirlo en una tradición, y en los próximos destinos recoger la arena junto a nuestra pitufa y hacer una nueva botella a la vuelta del viaje.

¡¡Espero que os haya gustado la idea!!